viernes, 21 de enero de 2011

La nueva cultura

Últimamente leo los comentarios de las noticias que visito, aunque el hecho de que sean anónimos no me gusta. A través de una entrada en El Blog de Enrique Dans, llegué a el (mal) artículo de la ministra de cultura en El País, titulado "El adversario es otro".

Esta tarde el número de comentarios del artículo era de más de seiscientos, de los cuáles muchos no son anónimos y están bien escritos, no sólo gramatical y sintácticamente, sino aportando reflexiones interesantes.

De entre todos me llamó la atención el 443 de Edo con un enlace a una nueva publicación, la revista Orsai. Es recomendable ojear la revista, aunque lo más probable es que el lector quede enganchado en sus páginas digitales.

En el aviso legal y en la introducción por parte de los autores del proyecto se nota una ironía ácida frente a las reglas establecidas sobre los derechos de autor y esta es una revista donde, como ellos dicen, todos los que intervienen cobran, pero han creado una publicación apoyada en las nuevas tecnología.

Ya en la revista el artículo de Pedro Marial dice mucho sobre la nueva forma de hacer cultura. Para empezar el soporte es algo tan común como un correo electrónico, después a lo largo del texto describe como el cambio tecnológico también ha afectado a su forma de hacer cultura, a su forma de expresar y relacionarse.

Orsai muestra la cara editorial de la nueva cultura que también tiene su versión cinematográfica en An Island, con una forma muy imaginativa de distribución (ver el enlace) y en Jamendo, una red social para distribuir y ganar dinero con música libre, o sea, fuera del circuito industrial de las discográficas.

Son tres apuntes, como la parte del iceberg que se puede ver, de cómo la cultura no está en peligro, lo que peligra es una forma de industria basada en viejas formas de hacer. La señora ministra y todos los representantes de la industria cultural tradicional en su egocentrismo se olvidan de mucha gente. ¿Qué va a pasar con el librero de la esquina cuando los libros sean digitales?¿Y con las pocas tiendas de discos que quedan?¿Y con los videoclubs con las soluciones que ya están proponiendo las cinematrográficas americanas? Pues como antes ocurrió con otros negocios o se reciclan o moriran, lo mismo que más pronto que tarde le ocurrirá a la antigua industria cultural si no se adapta a las nuevas tecnologías.

sábado, 8 de enero de 2011

La telefonía vuelve a cambiar

Leo dos noticias en los últimos días que han llamado mi atención y corroboran una sensación que me estaba llegando desde el entorno de usuarios, la telefonía está cambiando.

Las dos noticias son la compra por parte de Skype de Qik una empresa especializada en videoconferencia IP (por internet), que ha incrementado su número de usuarios espectacularmente a lo largo de 2010; la segunda hace referencia a un informe de TeleGeography que indica como Skype ha incrementado su cuota en las llamadas internacionales frente a las operadoras tradicionales.

Las causas de este incremento se atribuyen a la crisis económica y, por lo tanto, a la búsqueda de mecanismos para el ahorro. Sin embargo hay que añadir algunos factores más:
  • Los nuevos smartphones permiten realizar videollamadas por internet de una forma muy sencilla.
  • La existencia de más y mejores zonas WiFi que permiten la comunicación fluida.
  • La mejora en las aplicaciones (skype, tango, viper, ...) que permiten videollamadas y la integración de estas aplicaciones con las redes sociales.
Las empresas buscan ahorros en sus comunicaciones, los adultos encontramos una forma más sencilla y económica de comunicarnos, para las nuevas generaciones, que viven conectados, lo natural es comunicarse usando las redes sociales y el móvil, el uso de videollamada desde su ordenador, su smartphone o su iPod es el siguiente paso de forma natural.

La telefonía sigue cambiando, las operadoras deben adaptarse.

domingo, 2 de enero de 2011

Cuando dependemos de nuestro dispositivo móvil

El auge de los dispositivos móviles, con cada vez más prestaciones, hace que muchas personas lo usen como su asistente personal, como el repositorio de sus contactos, de sus citas, de su correo electrónico y eso hace que cuando el dispositivo se estropea, se pierde o hay que cambiarlo se produzca una crisis.

Hay que cambiar los hábitos, de nada sirve hacer una copia de seguridad de nuestro dispositivo una vez a la semana, ni siquiera cada día si las modificaciones en los mismos se miden en minutos. Si nuestro quehacer diario está en un dispositivo móvil necesitamos herramientas que utilicen la tecnología para mantenoer una copia de nuestra información fuera del mismo, accesible desde cualquier navegador y que fácilmente se pueda trasladar entre dispositivos y, además, que todo el proceso se realice de forma automática.

Mobileme de Apple, Google Docs, Zimbra o Outlook son herramientas que con mayor o menor coste y dependiendo del dispositivo que usemos nos permiten asegurarnos que nuestra información está a salvo y su paso a un nuevo dispositivo no nos generará problemas ni incertidumbres. El coste de estas herramientas en tiempo -el inicial para configurarlas- y en dinero depende de cuán valiosa sea la información que nuestro dispositivo contiene.

Cuando usamos una tecnología en nuestra vida diaria debemos aceptarla en su totalidad, asumiendo los costes que conlleva.